Alto Verde City

Don Elbio Monzón

 

Edición vespertina de diario El Litoral del dia martes 16 de agosto de 2005
 
Tiempos de puerto, tiempos felices

Elbio Juan Monzón dice orgulloso que hace 74 años vive en Alto Verde, exactamente los que tiene. El sentimiento se le nota cuando habla de su lugar, por la hinchazón del pecho y el cambio en el tono de voz.
"Este es el barrio más lindo de Santa Fe". Así introduce su historia, la del mismo albardón: "esto era una isla poblada por pocos habitantes, con la construcción del puerto se abrió el canal de acceso y empezaron a venir los primeros obreros".

El impacto del cierre del puerto sonó con fuerza en el albardón. Elbio describe que "hubo crisis, hambre, desocupación", es que "el puerto era la vida de Alto Verde".

Es lógico, este paraje nació con trabajadores portuarios, "el 90% de la población era estibador del puerto". En esos tiempos, "éramos muchos menos y nos conocíamos todos". Lo dice con nostalgia y pesar, como otros de sus vecinos más antiguos que admiten que "había mas dignidad. Ahora la gente está esperando que le den esa limosna de los 150 pesos. Todo el mundo cobra pero nadie trabaja. Si rehabilitan el puerto van a ver cómo se terminaron los vivos acá". 

Cuando las canoas y pertenencias personales se podían dejar afuera sin que esto sea una amenaza e, incluso, dormían sin echar llave a la puerta, "había bailes, carreras de caballos, canchas de bochas, de todo un poco". Y, admite sonriendo, "por ahí venía la treta entre los hombres, pero era por problemas del vino". 

Esos son sus "viejos amigos, los altoverderos nativos". Elbio los define como "grandes personas, serviciales, unidos...".


Diario El Litoral del Sábado 13 de setiembre de 2008


Las arrugas en el rostro de Elvio Juan Monzón develan que es un hombre de avanzada edad. Sin embargo, para caminar, hablar y recordar no debe hacer ningún esfuerzo. Tiene 75 años y es uno de los pobladores que más conoce y sabe de Alto Verde. Un escudo de colón pintado a mano, en la parte superior y del lado izquierdo de la puerta de ingreso, aportaba otro dato sobre esta persona que, a pocos minutos de iniciada la conversación, contó que fue en Alto Verde donde nació y creció hasta hacerse "hombre", primero, y "viejo", después.

-¿Cómo era Alto Verde cuando usted era chico?

-Era mucho más lindo que ahora. Estábamos prácticamente rodeados de agua, porque todo era bañado, arroyo, laguna... Pero, con el avance del puerto, se fueron aniquilando todos esos lugares y la zona se fue cubriendo de casas y poblando de entrerrianos, cordobeses y norteños. En Alto Verde éramos pocos y nos conocíamos todos. Pero, de un día para el otro, digamos que se agrandó y hoy podemos decir que la población supera a los 15.000 habitantes.

Por entonces, toda la gente vivía en ranchos porque estas tierras pertenecían a la Administración General del Puerto, la que, con el pasar de los años, fue cambiando de nombres. Hasta 1952 no se permitía la construcción de viviendas de mampostería. Pero bastó que uno empezara a cruzar materiales de construcción en canoa, desde la zona del elevador vulgarmente llamado "Puerto Piojo" hasta el barrio, para que todos lo imitaran. Así se fue construyendo Alto Verde.Durante muchos años, la canoa fue el único medio de transporte de los pobladores.

Años más tarde, se construyó el Puente Palito y, al tiempo, aparecieron algunas líneas de colectivo improvisadas, nada que ver con la de la actualidad: el ómnibus pasaba cada dos horas y te bajaba en Vélez Sarsfield y bulevar, donde podías hacer combinaciones con las líneas 16 y 2. Pero la canoa fue nuestra vida... De hecho, constituyó el medio de subsistencia de los boteros y, aunque ahora son lanchas, continúan viviendo de eso.

-En su infancia y adolescencia, ¿había alguna actividad en particular que identificaba a la zona?

-Esos que dicen que la pesca era lo que le daba sustento a la gente de acá están equivocados. El 90 % vivía del puerto: había jornaleros, estibadores y empleados de la Administración General del Puerto y de empresas privadas como Esso, YPF, Molino Marconetti y José B. Rodríguez, entre otras. Estimo que alrededor de 5.000 personas eran las que se empleaban a diario en el puerto, mil de ellas como estibadores, ya que se trabajaba mucho en la carga y descarga de buques navales de cereales y otros con productos para exportar, como el tanino, el carbón de piedra, el azúcar y la leña del quebracho que se llevaba de Santa Fe a Puerto Belgrano porque no existía el gas y las calderas funcionaban a fuego. Por entonces, ingresaban como 9 buques al puerto. Pero en 1970 empezó la decadencia y dejaron de llegar.

-Y usted, ¿a qué se dedicó?

-Fui suboficial de la Prefectura Naval. Pisé el puerto por primera vez a los 19 años, en 1952. Hasta que un día me vieron viejo y me dijeron: "Vaya a su casa a descansar".


Luchador


Daniel Demarchi, presidente de la vecinal de Alto Verde, define a Elvio Juan Monzón como "un luchador por las mejoras del barrio". Es que, en sus palabras, "durante años trabajó en la vecinal con la única intención de conseguir beneficios".

-Así que también fue vecinalista y trabajó por el barrio...

-Fui socio fundador de la vecinal, pero nunca podía acercarme por razones de mi trabajo. Hasta que un día me volvieron a traer a Santa Fe y me puse a trabajar en la vecinal, donde tuve un maestro: Aníbal Bustamante. Dentro de la vecinal hice de todo. Fui presidente, sereno, barrendero... lo que se necesitara.

-El crecimiento poblacional del barrio, ¿fue acompañado al mismo tiempo por obras o quedó estancado?

-Yo diría que los habitantes de Alto Verde estamos muy contentos con las obras. Por empezar, en 1968, el doctor Carlos Silvestre Begnis nos abrió el progreso construyendo el Puente Palito, actualmente sin uso y en avanzado estado de deterioro.En 1982, nos vendieron los terrenos, por los cuales sólo tenemos el boleto de compra venta, pero no las escrituras. Y así fuimos siendo beneficiados con muchas obras.


De Alto Verde a Bs. As.


Para cada cumpleaños de Alto Verde -y éste no será excepción-, el barrio recibe una visita de honor: la de Horacio Guarany, quien pasó parte de su vida allí y siempre lo recuerda como el lugar que cobijó a su familia cuando debieron irse del Chaco santafesino, donde su padre era hachero de La Forestal.

-Usted, ¿conoció a Horacio Guarany?

-íCómo no! De muchacho y en la escuela. Su maestra, que después fue maestra mía, se llamaba Luisa Zárate de Olivieri. Pero acá Horacio Guarany es Heraclio Catalino Rodríguez, como se llama verdaderamente.Heraclio era un muchacho muy vivaracho, que se destacaba los días de fiesta, sobre todo, junto a otros pibes. Su hermano, Clemente Rodríguez, falleció hace cuatro años. Su padre se llamaba José y su madre, que era la cocinera de la escuela, Feliciana. Mirá si no lo conozco... Él fue navegante de la Marina Mercante, y en Buenos Aires surgió como cantante de folclore.


Las inundaciones


-No puedo dejar de preguntarle por las inundaciones. ¿Qué recuerdos tiene?

-Ésa es la parte más triste de Alto Verde. Lo que te puedo decir es que nosotros empezamos a sufrir las inundaciones en 1974, aunque en 1966 fuimos afectados por la primera, porque no había defensas y el agua entró como pancha por su casa.

-¿Por qué es el 10 de setiembre que se conmemora el aniversario de Alto Verde?

-El primer administrador del puerto de Santa Fe fue don Ángel Cassanello, quien había puesto como encargado de terraplenes a Luis Servín, conocido en Alto Verde como "El Paraguayo". Ocurrió que el 10 de setiembre de 1910, cuando ya había gente habitando acá, Cassanello y Servín recorrían en lancha esta zona y don Ángel le preguntó al paraguayo qué nombre tenía. A partir de ahí, Alto Verde fue declarado como distrito.

-Por último, a 98 años de la existencia de Alto Verde, ¿qué diría?

-Que siento nostalgia, nostalgia porque uno vuelve a recordar años muy felices, cuando se vivía de una manera muy diferente. Al despedirse, Elvio Juan Monzón agradeció la visita y haber podido homenajear en sus 98 años a su querido Alto Verde.

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